Aunque ya sabes que va a pasar, la realidad de estar en guardia 24 horas al día para el hambre de tu su bebé puede ser un choque. No son 8 horas de sueño ininterrumpido cuando tu bebé necesita de ti y tu leche.
Por eso les escribo unos tips para hacerlo un poco más fácil:
- Las tomas nocturnas son la clave:
Durante el día vamos produciendo diferentes tipos de hormonas dependiendo de la actividad que hagamos, y eso es lo que succiona el bebé y regula sus horarios de acuerdo a nuestras actividades, así- que las tornas de la noche o de la madrugada son muy importantes, quisiera decir que las más importantes, pero esto puede caerles mal a algunas. Es cuando tu cuerpo produce más prolactina (que es la hormona que promueve la producción de leche). Cuando amamantas o das chuchú (corno decimos en Mérida) en la noche, es cuando mejor mantienes la producción de leche. Todas las mamás variamos en la cantidad de leche que podernos guardar en nuestros pechos, así que, para la mayoría de las mujeres, las tomas de las noches son esenciales para la necesidad de leche del bebé.
- Encuentra una posición cómoda
Aprende a amamantar acostada tan pronto como puedas. Si no te puedes dormir, al menos descansarás si estas en horizontal. He aquí como:
Acuéstate de lado, con una c dos almohadas para tu cabeza. Una almohada entre tus rodillas puede ayudarte a sentirte más cómoda. Acuesta al bebé de lado, de tal forma que su nariz quede a nivel de tu pezón (si tus pechos son pequeños, puede ser que necesites una almohada firme para subir a tu bebé al nivel de tu pezón) Con una mano acerca al bebé de forma que su barba toque tu pecho y su cabeza quede un poco hacia atrás. Puedes rozar su labio superior con tu pezón si no te succiona tan pronto como lo acomodes. Para cambiar de lado, puedes abrazar a tu bebe, y girar, dependiendo del tamaño de tus pechos, también puedes dejar al bebe donde está y tu cambiar de posición para que quedes más inclinada al bebe y ahora pueda mamar del pecho de arriba. También puedes intentar la posición recostada, cuando tú estás semi-reclinada en tu cama, con tantas almohadas necesites para acomodarte, poniendo la pancita del bebé en tu pecho y abdomen. Tu bebé encontrará tu pezón y comenzará a succionar, o tú también puedes ayudarlo.
- Mantente cerca
Ten a tu bebé cerca de ti durante la noche. No solamente harán las tomas nocturnas más fáciles si no tienes que salir corriendo de un cuarto a otro cuando escuches llorar a tu bebé, sino que también estudios muestran que esto reduce los riesgos del “SIDS” (Síndrome de muerte infantil súbita) si compartes el cuarto con tu bebé. Para mayor facilidad de la lactancia., podrías también considerar el colecho. Las mamás que lo practican son las que más descansan y son más propensas a continuar con la lactancia.
- Esconde el reloj
Para que no estés pendiente de la hora, es mejor no saber cuánto tiempo has dormido desde la última vez que tu bebé se despertó.
- Ten las luces apagadas
Cuando tu bebé se despierte para dormir, mantén el cuarto tan oscuro y tranquilo posible para invitarlo a dormirse enseguida. Si necesitas ver lo que estás haciendo para que se pegue bien, una luz de noche o un flash pueden ser mejores opciones que prender la lámpara o la luz del cuarto.
- Ropa de maternidad
Pijamas o batas que se abran de frente te ayudar a darle a tu bebé mejor acceso, mientras te mantienen abrigada durante las noches frías, algunas prefieren usar brasieres de lactancia
- Organízate
Ten pañales, una botella de agua y algún snack cerca para que no tengas que salir a buscar lo que necesitas.
- Limpieza fácil
¿Te chorreas? ¿Escupe tu bebé? Una toalla debajo de ti y tu bebé pueden ayudarte a estar seca y cómoda; mantén otras toallas cerca de ti, en caso de que necesites cambiar por una seca.
- Una manita para ayuda
Si tu bebé se levanta muy seguido a comer, comprime o aprieta tu chuchú (seno) para aumentar la cantidad de grasita de la leche que consume en cada toma. Mientras el bebé succiona, presiona tu chuchú con tu pulgar y dedos como si estuvieras sacándote leche manualmente pero directo en la boquita de tu bebé.
- Duerme tantas siestas como te sea posible
En un mundo perfecto las mamás dormimos cuando nuestros bebés duermen; pero no vivimos en un mundo perfecto además de ser mamás de un recién nacido, algunas tenernos otros hijos que tenemos que atender o tenemos pendientes y cosas que hacer, así que mejor te digo que duermas en cada momento que te sea posible pídele a tu pareja que te ayude cuando tenga oportunidad y así tú puedes dormir un ratito más.
Conforme tu bebé va creciendo, sus necesidades nocturnas van cambiando. Las tomas de las 2 o 3 de la mañana serán menos cruciales y un día te despertarás rebozándote y te darás cuenta que tu bebé durmió toda la noche. Mientras tanto estos tips te ayudarán a dormir mejor.